Llegamos a un local que nos llamó la atención ya que era nuevo de este mes y parecía un sitio tranquilo. Entramos en dicho local y antes de sentarnos en una mesa nos pusieron unos tentempiés (aceitunas, tomate y cacahuetes) junto con el pan (para untar el tomate).
Es un sitio bastante grande, tiene un recibidor compuesto por la barra para tomar algo, una puerta que conduce a la cocina y 4 mesas, luego, un pasillo que termina por un pequeño salón lleno de mesas (unas 5). En el recibidor esta el baño que está muy limpio y muy bien decorado (aunque es un poco pequeño). Las mesas son de color caoba con manteles naranjas y amarillos. Las mesas están bien decoradas aunque les falta un poco de luz (algunas velitas), por lo demás todo está bien. Nos sirvieron la comida bastante rápido (aunque no había mucha gente), unos 15 minutos después de pedir en la carta.
Empezamos degustando una fuente de queso (que estaba buenísimo), compuesto de tomate, queso, y ajo y alguna especia (que no pude adivinar).
Después de la exquisita fuente de queso (os la recomiendo) seguimos la velada con un solomillo al oporto. Las setas que lo acompañaban estaban tan tiernas que se deshacían en la boca (mmmhhhh, prácticamente deliciosas). La salsa le daba un toque exquisito que con la tiernísima carne daba un plato bastante competente.
Luego procedimos con un solomillo con foie. El solomillo muy poco hecho (a gusto del consumidor), las patatas camperas en su punto de sal y el foie hecho vuelta y vuelta, hace en la boca una explosión de sabores (que no deja a nadie insatisfecho).
Y acabamos con unos espaguetis negros de tinta (de calamar) acompañados con una salsa de cuatro quesos que daban un toque suave muy bueno. Este plato fue el mejor presentado ya que los espaguetis estaban puestos como un torbellino (la verdad, muy trabajado) con unos puntitos de aceite que le daban un aspecto espectacular.
Para terminar definitivamente, pedimos de postre un brownie de chocolate (casero) y una tarta de tiramisú (también casera). El brownie daba una explosión de sabor a chocolate (chocolate con chocolate fundido) acompañado de una bola de helado de vainilla (para que los ansiosos no se quemen con el brownie acompañándolo con el helado).
El tiramisú tenía un aspecto espectacular (aunque triunfó el brownie), sabía bastante suave a café pero es un postre que no os dejará insatisfechos.
Y si quereis acompañar la velada con un vino, os recomiendo el corolilla de crianza 2003 que acompañara muy bien estos alimentos.